Video: Lucía Larson, 2024
Cómo desvanecer una macha con un poco de agua, el residuo de ésta escurre hasta Zumpango. La cotidianeidad de los espacios donde percibimos el agua dentro de las ciudades, nos han alejado de los cuerpos de agua que durante millones de años han estado dentro de los continentes: lagos, ríos, cascadas, humedales, manantiales, aguas termales. La desensibilización de resignificar estos espacios, llevaron a una sequía, bajo la lógica de un cuerpo de agua que no es indispensable para el “desarrollo y bienestar”, sin resistencia y con indiferencia, se logró convertir en fantasma.
Hoy se camina un cuerpo árido, compacto, caliente, sin sombra y una que otra planta que vive de una raíz profunda que reverdece y se dejan entrever debajo de los pastos y lirios secos, que afortunadamente atraen algunos polinizadores. La incongruencia de ver a lo lejos, pozos de extracción de agua para el abastecimiento de otros municipios, pero no de Zumpango. Lanchas varadas, abandonadas por no cumplir su propósito, el de navegar sobre el agua ¿Será este el emblema de una obra de arte hecha por el ser humano? Un fantasma que deambula en el recuerdo de lo que fue la Laguna de Zumpango.
