La última sesión del seminario inició con la exposición de Verónica Araiza, quien abordó el método SF de Donna Haraway que es un signo para Science and Feminism, la ciencia ficción, el feminismo especulativo, la fantasía científica, la fabulación especulativa, los hechos científicos y, también, las figuras de cuerda, que Haraway desarrolla en Seguir con el problema. Este método, inspirado en la ciencia ficción, propone formas alternativas de terraformar y revitalizar el mundo, reconociendo las pérdidas irreparables del entorno.
Araiza destacó tres conceptos clave: Speculative fabulation, que especula futuros posibles desde lo virtual sin confundirlo con lo irreal; String figures, que evoca la relacionalidad entre seres y cosas como un entramado; y So far, que apuesta por la apertura a contactos y contingencias frente al determinismo. Dentro del marco pedagógico, el método invita a contar historias, experimentar, transmitir patrones significativos y construir conexiones para aprender a habitar y transformar el mundo de manera distinta, desde el método SF.
Por su parte, Sandra Ramírez continuó con el tema de los agenciamientos, que define como los entramados materiales, humanos y no humanos, que dan el sentido y significado a la vida, son el despliegue de la vida en nuestro planeta. Ramírez analizó el Transhumanismo, un enfoque ligado al capitalismo y el neoliberalismo, cuyo discurso se centra en evadir la muerte. Frente a esto, destaca la importancia de aprender a vivir y morir con dignidad a través de la creación de nuevos agenciamientos.
Se procedió a ceder la palabra a las y los expositores de la sesión.
Gabriel Rodriguez, presentó una curaduría que explora la idea de comunidad antes de la Colonia a través de una exposición que reúne diversos proyectos congregados en el marco de los 200 años de la creación de los Estados Nación en Centroamérica. Esta gran muestra colectiva abarcó desde descubrimientos históricos, como los murales encontrados bajo siete capas de pintura en la casa de una familia guatemalteca —propiedad del historiador que los publicó—, hasta la formación de asambleas y colectivos como Popol Jay y Divergencia Colectiva. Además, incluyó propuestas como Conocimientos, obras y emociones trenzadas, promoviendo actividades pedagógicas desde una perspectiva de descentralización del arte. Su exposición surgió como un directorio para ejemplificar procesos de diálogos interculturales. Asimismo, Convergencia Directiva buscó visibilizar y cuestionar la forma en cómo se cuenta la historia de Guatemala a partir de material de archivo de pensadoras, escritoras y antropólogas del altiplano de Guatemala.
También participó la SENACRI (Semillas Nativas Criollas de Guatemala), un colectivo de Chichicastenango que fomenta los huertos familiares para apoyar a mujeres, víctimas de violencia intrafamiliar y fomentar la independencia.. Justicia ambiental y justicia social. Durante la exposición ellas sincronizaron los nahuales que defienden a cada semilla.
Por otro lado, con Taller ACA compartió su metodología de diseño participativo para un centro comunitario junto a Planting Seeds, con quienes realizaron talleres con niños para saber en qué espacios se sentían seguros o inseguros y qué espacios conforman su comunidad.
Asimismo, presentó proyectos que ha realizado con otros artistas y autores individuales, como Joel Tzoc, poeta queer de la ciudad de Guatemala; la escritora Rosina Cazali, quien realiza una serie de ilustraciones en tinta que especula sobre el proceso de creación de la imagen-representación del indígena moderno en los años 40 en Guatemala como proyecto del Estado nación. También compartió el trabajo de Esperanza de León y Flor Yoco con su proyecto CAP que se concentra en dar terapia piscoloógica y formación política a niños y adolescentes. Para finalizar, el diseñador gráfico Samael Solórzano convirtió en posters su entramado terapéutico, con su proyecto Antes de Abril.
Sara la Torre presentó una selección de proyectos de SOMA Publicaciones, su proyecto editorial de risografía creada en Lima, Perú en 2018 inspirada en su perrita, quien la acompañó durante 9 años hasta que trascendió y que para la Torre implico un “adoptarse mutuamente”. El proyecto se centra en la investigación del diseño editorial mediante la impresión de ediciones tipo fanzine, libros de artista y libro-objeto con la intención de compartir, jugar y pasarla bien generando diferentes formatos editoriales para compartir experiencias y aprendizajes, dónde de la Torre construye “parentescos” creativos al tiempo de crear redes de vinculación.
La Torre inició con Manifiesto Futurista Andino (2019) de Alan Poma, artista multidisciplinario peruano quien propone una serie de as conexiones entre la vanguardia del Futurismo ruso (1913) con la Cosmología Andina para el desarrollo de metodologías artísticas que especulen sobre futuros posibles. En la publicación Poma explora la intersección formal entre la vanguardia rusa y los Tocapus incas, desarrollando un complejo código geométrico que desafía las interpretaciones de las ciencias occidentales, e invita al lector a reconsiderar la posibilidad de otras formas de conocimiento y creación. Posteriormente, presentó Contenedor de Traumas (2019) un fanzine de su autoría, donde recopila una serie de fotografías que registran las derivas realizadas en un taller que sucedió en un cementerio de Lima donde se comparten experiencias de su último año de la licenciatura en psicología, donde La Torre acompañó a pacientes con cáncer. Huelga Psíquica un fanzine en colaboración con Iurhi Peña que nace de las conversaciones que sucedieron durante la residencia de Peña donde los sintomático tiene que ver con un conjunto de personas que se juntan a hablar sobre sus sentires.
Por último presento AO, una colaboración con Otto Etraud y Kali, que surge de la inquietud de Otto por recopilar experiencias, anécdotas e historias de la comunidad intersexual a través de dibujos. Soma busca formas de “seguir con el problema” creando redes que resisten la homogeneización cultural y promueven la multiplicidad de voces.








Hugo Leautaud relató cómo en su práctica personal como artista las redes del tejido se convierten en diseños de mobiliario como sillas, camas y muebles que generan espacios específicos. Para Leautaud las cosas y acontecimientos son presencias sutiles que conforman la cotidianidad y el entorno generando entramados relacionales, relató que en algún momento empezó a diseñar y construir una casa pensando en cómo “otros” podían hacerlo. También relató una intervención realizada con su hija, en la que crearon carteles con la frase “no quiero ir a la escuela” y los colocaron en la misma escuela a la que ella asiste, cuestionando los sistemas educativos desde una perspectiva lúdica y crítica.
Por último, Giuliana Aguirre, artista visual, presentó su proyecto de largo aliento iniciado en agosto de 2023 en el taller de escultura de su escuela. Este proyecto ha evolucionado hacia la experimentación con micelio, colocando sus semillas sobre molduras en barro. Aguirre busca explorar la dimensión afectiva y relacional con el hongo, complementando esta práctica con la escritura de una serie de correspondencias dirigidas al micelio durante un período de seis meses. Inspirada por su interés en la enfermedad y la somatización del cuerpo, la artista conecta estos materiales y temáticas a través del barro, reflexionando sobre los vínculos entre lo orgánico, lo afectivo y lo simbólico. Relato que posteriormente inició una serie de derivas en Tecoh para conectar con el territorio que habitan ella y los hongos en Yucatán, así como para recolectar una semilla de cedro para realizar el cultivo de hongo al que posteriormente llegaron moscas que se comieron el hongo demostrando el entramado multiespecie. Esta investigación propició el cuestionamiento de si el hongo pertenece solo a un origen o es un ser que siempre está re-planteándose a sí mismo.
En la sección de comentarios, predominó el agradecimiento hacia las creadoras de este espacio y al entramado de historias que se tejió a lo largo del seminario. Surgieron reflexiones finales sobre la riqueza de la multiplicidad de lenguajes y miradas compartidas durante estos seis meses, destacando la importancia de los registros textuales —como esta misma relatoría— y las reflexiones colectivas que se generaron en este proceso.










